LOS PRIMEROS TACTOS - Sebastián Lara.

Lo áspero desapareció, deje de sentir y guiarme por mis leves defectos e inexperiencias. Me reposé sobre ellas y tomaron control con su cálida firmeza. Descansé y me dejé llevar por el trayecto escrito en su espalda, los ojos percibían la tensión mientras el corazón se negaba a delatar su acelerado ritmo delante de aquel pecho ajeno, boca cantaba en murmullos sin dejarle la oportunidad a labios de sonreír. Sus ojos batallaban por leer los suyos, seguí acariciando su espalda con ternura y temor al mí mismo, quedé ciego, boca le escupió en la cara a la razón, sus labios se abalanzaron sobre los de ella, ambos latidos estaban combinados y apuñalando la vergüenza, se besaron. De regreso él era feliz, las heladas brisas rompían contra su alegría, el propio cuerpo era más ligero y pude sentirla, me quería, no se soltaba mientras caminábamos, ella también era feliz, daba saltos en lugar de pasos, lo abrazó y confió en sus manos.